-Si, con la señora por favor, habla señor Anita de Quiroga.
-Sí dígame, como está?
-Si bien... le llamo por lo de las sillas, es que se llevó cuatro, no?
-No, me llevé tres, una ya la tenía, la negra.
-No, sí, la negra sí. Pero cómo ve? es que ya yo le había mandado a la señora seis negras, pero vino por unas de colores, y a devolver una negra, más bien a cambiar una negra y por unas de colores.
-????
-No, es que tenía cinco negras solamente y le faltaba una, la que ella le llevó para cambiar por una de color.
-Oh si, pero dice la señora que esa no la paga ella.
-Cuál, la negra o las de color?
-No, ninguna, osea todas.
-????
-A ver, qué tal si me dá su número de cuenta y yo le deposito.
-No, no tengo banco, mejor, mmm...
-Bueno, si quiere el jueves o viernes se lo dejo en Pátzcuaro con mi madre en el negocio.
-Ah!! es su mamá la del negocio? Oh, no sabía.
-Pero si yo le dije, no fuimos juntas a verlo?
-No, sí, no sabía. Bueno, sí, está bien.
-Andele, que le vaya bien.
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